El Senado podría agilizar el tratamiento del proyecto para legalizar el aborto, aprobado ayer por la Cámara de Diputados, para convertirlo en ley antes de septiembre. Así lo acordaron los jefes de las dos bancadas mayoritarias, Luis Naidenoff (Cambiemos); y Miguel Pichetto, del peronismo
Apenas sancionada la iniciativa en la Cámara baja, tanto Naidenoff como Pichetto declararon públicamente que la propuesta debe recibir “rápido” aval del Senado.
Hasta el momento, sólo 17 senadores -de 72 que integran el cuerpo- se manifestaron a favor de la legalización. Otros 27 senadores de distintas bancadas expresaron su oposición al proyecto y 28 prefirieron no definir en público qué posición adoptarán en una eventual votación.
Naidenoff, jefe de los senadores del oficialismo, había promovido hace dos meses la posibilidad de llamar a una consulta popular para que sea la sociedad la que se expida sobre el aborto. Ayer, en tanto, declaró que votará a favor y que, si bien respetará la “diversidad” que existe en las posturas de su bloque, abogará por avanzar con la norma.
Pichetto, por su parte, afirmó que no tiene dudas de que la despenalización debe convertirse en ley y, contrariamente a lo que especulaban senadores de su propio espacio, declaró que el Senado “debe avanzar rápido” y que la movilización y la demanda social que provocó el tema tornan “imparable” el debate.
El jefe de los senadores peronistas llamó además a los integrantes de su bancada (que cuenta con 24 senadores, uno menos que Cambiemos) a tener “una actitud valiente ligada al cambio” en torno a este tema. Durante la tarde, incluso el bloque de senadores del FPV-PJ anunció que en su totalidad votaría en favor del proyecto con media sanción (Ver página 4).
Por otra parte, Naidenoff coincidió con Pichetto en que no debe demorarse el tratamiento y precisó que la semana próxima se convocará a una reunión con los jefes de bloque del Senado para definir los parámetros en los que se desarrollarán las audiencias públicas.
Los pasos a seguir
Las alternativas que se abren ahora en la Cámara Alta son varias en el derrotero que debe seguir el proyecto antes de convertirse, eventualmente, en ley.
• El presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, informó ayer al Senado sobre la sanción. Debe pasar una semana antes de que tome estado parlamentario en la Cámara alta que podría, si decidiese un tratamiento express, discutirlo en el recinto dentro de ocho días. No obstante, esa celeridad no se dará. Habrá un análisis largo en las comisiones internas.
• En el caso de que el Senado rechace el proyecto que llegó de Diputados con media sanción, se aplica el artículo 81 y la iniciativa (o la temática) no puede abordarse en la discusión parlamentaria hasta el ejercicio siguiente.
• Si el Senado lo aprueba tal como llegó, la despenalización del aborto se convierte en ley pero debe ser reglamentada por el Poder Ejecutivo. En ese caso, existe el instrumento del veto que permite al Presidente rechazar total o parcialmente lo aprobado por el Congreso. Mauricio Macri dijo que respetaría la decisión de los legisladores.
• El proyecto aprobado en Diputados, puede ser sancionado con correcciones o modificaciones por el Senado. En ese caso, ese texto deberá volver a la cámara de origen (en ese caso Diputados) donde se vuelve a debatir y votar. En ese caso, la Cámara Baja puede por mayoría simple aprobar el proyecto tal como lo reescribió el Senado o, con mayoría especial, insistir con la redacción original.